Aykhori:
Llamado también por algunos marimacho, está formado de una
gruesa caña bambúes, de un metro treinta y ocho centímetros de largo, de un diámetro
de cuatro centímetros de espesor, a la cual se adhiere otra más delgada y
pequeña, de cuarenta y nueve centímetros de largo que ocupa la parte final
superior del instrumento y se comunican al final de la parte alta por un pitón,
de manera que ambas pueden ser sopladas a la vez, por la embocadura que tiene
la última caña. "Aykhori", quiere decir, quejumbroso; su nombre debió
emanar del sonido que da demasiado lugubre. En la disposición del instrumento
se asemeja al fagol, aunque aquel es rustico y no lleva llaves para los medios
tonos. Cuenta con cinco agujeros delanteros y dos en los costados de la parte
inferior, abiertos en la caña gruesa.
Charango: Etimológicamente podría
derivar del quechua "chajhuancu" que significa "bullicioso, que
hace bulla", y/o de "charaancu" que en quechua significa tendón
reseco. El charango es un cordofono criollo, de la familia de los laudes con
mango, que nace después de la conquista española, y le dieron origen los indígenas
que hacieron cambios sustanciales en la antigua guitarra española o vihuela.
Pero el charango tiene su propia clasificación por su particular caja de
resonancia; de madera "llaukada" en los valles y de caparazón de
quirquincho en las regiones altas. Las zonas principales en las que nace este
instrumento son: Potosí y Chuquisaca, principales ciudades en la colonia. Es
conocido desde el siglo XVII, su forma y nombres evolucionaron con el tiempo.
Los primeros charangos eran de tamaño reducido y constaban de cinco
modificaciones, tanto en su forma como en las encordaduras. Se propuso octavar
una de las terceras cuerdas, apareció y se impuso muy rápidamente al charango
de cinco cuerdas dobles. Las primeras cuerdas de este fueron hechas de fibras
de tendones y de intestinos de animales. Este instrumento tiene recursos
de calidad en sus sonidos; de timbre y de expresión, difíciles de lograr en
otros instrumentos.

Charkha:
Flauta de caña arqueada de costados delgados, forrada exteriormente con anillos
de cuerda o tripa de gato, para que no se deteriore; con seis orificios. Su
desembocadura es como la del pinquillo y se toca en época de navidad, por un
solo individuo acompañado de un tamborillero. La música que produce es ligera,
alegre y retozona.
Erke:
Instrumento musical de viento usado en Tarija y en el sur de la Republica. Es común
también en el norte de la Argentina. Tiene un sonido ronco característico.
Consta de una embocadura sujeta a un cuerno vacuno o a una caña larga de más o
menos tres metros que remata en un embudo. Tambien se llama caña.
Julajula: Fabricado de la misma caña
bambuesa y del mismo largo que el aykhori, pero sin la añadidura de la pequeña
flauta, tiene tres perforaciones en la parte delantera y dos en la trasera. Su
desembocadura es como la del pinquillo y produce un sonido muy lúgubre y tétrico.
Alguien ha dicho que debe hacer parte esta flauta del instrumento del infierno;
en efecto nada entristece más que las tonadas emanadas de ella.
Khoana:
Es de madera, interiormente perforada en toda su extensión,
de un grosor de tres centímetros y medio de diámetro; acepillado en la parte
delantera, donde se encuentran abiertos seis agujeros. Tiene un eco dulce y
enternecedor.
Mahala-pusi-ppiani:
Quena con tres agujeros delanteros y uno al costado
inferior.
Phalahuita
o phala: Flauta traversa, hecha de madera, con seis agujeros y de dos
tamaños (mediana y pequeña). Es parecida al pífano, de eco agudo y vibrante.
Esta flauta la usan acompañada del redoble del tambor, para llevar ofrendas a los
templos u obsequios a los que celebran bodas o realizan alguna fiesta de
importancia local.
Phuna:
Flauta formada de dos carrizos gruesos, rectos y
naturalmente unidos, rectos y naturalmente unidos, de sesenta centímetros de
largo, con seis agujeros.
Pinquillo: (voz aymara). Instrumento
musical pentatónico, parecido a la flauta, fabrica con caña. Tiene boquilla y
agujeros que permiten la variación del sonido. Lo construyen de carrizo y el
sonido que da lo obtienen soplando la boquilla parecida a cualquier flauta de
pico. Su eco es agudo y delicado parecido al flayole. Los indígenas jóvenes lo
llevan siempre en la parte trasera, asegurando a la faja de la cintura. Es la
flauta más común y acaso la más antigua. La denominación de pincollo que
algunos le dan, la aplican generalmente a la fabricada de hueso. Tiene cinco
orificios delanteros.
Pululu:
Pito o cañuto de diez a veinte centímetros, que tiene sujeto
a una de sus extremidades un poro o un símil de barro cocido de forma
esferoidal no mayor que una naranja, con uno o varios orificios. Los usan
generalmente en época de cosechas y como signo de alegría. Su sonido se asemeja
al de la ocarina.
Quena: La quena o quena, el
qquenacho y el qquenali son de la misma familia y se diferencian por el tamaño
y grosor, siendo la primera flauta de cincuenta centímetros de largo, con seis
agujeros delanteros y uno trasero; la segunda de cuarenta y cuatro centímetros,
mas delgada que la anterior, con cuatro orificios delanteros y uno en el
costado inferior y otro en el trasero; la ultima es delgada, de centímetro y
medio de diámetro en su espesor, con igual número de orificios que la primera.
Tienen las tres en la extremidad superior un corte en forma de ventanilla al
que aplican el labio inferior para producir el sonido. Tocan en duo generalmente
y aun en trio.

Siku:
Es un instrumento musical comunitario étnico de los antis, que pertenece a la
cultura Tiwanakota, y que lleva el nombre en su conjunto integral de
"taj´ka" (orquesta), que de acuerdo a las regiones de nuestra patria,
se distingue en una variedad de dimensiones y que llevan los nombres de Mollo,
Fusa, Toyo, Taika, Sanka, Malta, Chuli, , etc., su fabricación es de arcilla,
piedra, hueso, metal, madera, carrizo, cañahuecas y bambu. El siku pertenece a
la familia de la organología de vibración aerófono, que como conjunto musical
llevan diferentes nombres de Taj´ka de kantus, Lakitas, Suri sikus, Sicuris de
Italaque, Chiri, Julu Julus, Ayarachis, Jula Julas.
Como instrumento musical se concatena hacia el ámbito social costumbrista y
tradicional del hábitat mestizo, iniciada su difusión desde el año 1950. El
siku se usa en los ritmos de huayño, yaravi, cacharpaya, tonadas, cuecas,
morenadas y toda la gana de música a nivel general.
Tarca: Instrumento fabricado de
madera solida, naranjo o granadina, perforado en toda su extensión, tallado por
sus costados, con seis agujeros para los dedos; de tres diversos tamaños,
destinados a formar un terceto. Posee un sonido grave, agudo en todas sus
notas, suave cuando la columna del aire es fuerte. Los indígenas imprimen doble
sonido a cada nota, formando así sus tonadas. Musicalmente esta en tono de Re.
Es dulcemente sentimental y su música tocada en trio es impresionante y muy
agradable. Este instrumento tiene algunas variedades que se diferencian por el
tamaño, por el número de orificios laterales que en algunos suelen ser en mayor
número que en otros.
Zampoña: Instrumento de viento
formado por varios canutos cerrados de un lado y de diversos tamaños que dan
diversos tonos.
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